viernes, 2 de noviembre de 2007

El vino

Cepa vieja y sin tacha, cepa a la tierra
hecha, madre de tanto fruto por ti
animado; vid madre del potosí,
oro y aroma, que una botella encierra.
Campesino tú siempre en guerra
contra el cruel elemento baladí
de los campos a tu cuidado. Sí,
el mal tiempo, tormenta que aterra,
sol que agosta, agua que anega,
frío que hiela. Mas si el fruto
exprimido y el fermento que lega
su hollejo, en la cuba hallan su destino
serán tiempo, buen cuidado, envoltura,
cepa y tierra, los padres del vino.

lunes, 29 de octubre de 2007

Pasado en movimiento

Mi memoria vaga por las estelas del pasado
convirtiendo el humo y las cenizas de lo que fue
en cuerpos inestables dentro de mi mente.
Y los casos ensoñados siempre son un ápice
distintos a como fueron;
aquí pongo este árbol,
aquí quito tal discurso.

Se subliman los cuerpos incorpóreos
y se vaporizan al dejar de prestar atención
al retrovisor de nuestro viaje, nuestra vida,
y lo que fue, que volvió a ser en el recuerdo,
deja de ser más aún.
Y así yo soy siendo
y soy dejando de ser.

sábado, 27 de octubre de 2007

Eivissa

Quiero quedarme a la vista de este sol mirando a través de los ojos de un puente sin río. Ojos hechos para contemplar desde su blancura el color del mar mediterráneo fundido con el cielo en el horizonte, cada uno reflejo del otro.
Arcos abiertos a la esperanza donde todo es contemplar y no hay que esperar nada. Esta sí es una esperanza fructífera.
Dejar pasar el tiempo aquí no es como en cualquier otro lugar; pasa, sí, pero almohadillado en la amable orografía de esta minúscula isla. ¿Y quién necesita un millón de metros cuadrados?
Pasa el tiempo pero caminando sobre la senda dorada que se abre paso sobre las olas, deslumbrante, cuando el sol se hunde allí donde acaba el mar.
Los botes son mecidos por el agua y todas las caracolas suenan al unísono, los ritmos tribales se mezclan con los sagrados sones de la naturaleza. Y en un café sobre un rompiente con la brisa salada y húmeda acariciando la piel, la existencia se torna compasiva, plácida, hermosa...

miércoles, 10 de octubre de 2007

IRA

Cuando los hermanos se aborrecen,
cuando la compasión desaparece,
el hombre convertido en bruto
despedaza, rompe, mata, hiere.
El fuego de la fragua de Vulcano
se apodera del corazón envenenado,
de la color de la tez encendida
y de los ojos, en la sangre clavados.

Sangre en la mirada,
sangre en el gesto,
sed de sangre en el alma.

lunes, 1 de octubre de 2007

Cogorzas literarias

A través de un vaso de güisqui se ven
las realidades deformadas, más bella
nunca fue ni será la muchacha aquella,
el barman es nuestro maestro Zen.

La música es más intensa y el baile,
yo no bailo, pero me siento bien
¡qué divertida es la fiesta! Voy a cien,
borracho; tan ciego que leo braille.

¡Qué decadente me he llegado a sentir!
¡Baudelaire! Paraísos artificiales,
Bukowski, ¡qué resacas tan descomunales!,
son parte del arte de mi malvivir.

Cada uno camina con su demonio,
el mío despierta antes de dormir,
cuando bebo soy como un ser senil,
inconsciente que padece de insomnio.

Lo dicho, pues ya lo dejo. Max Estrella,
el mejor poeta que en España hubo,
me perdone por no emular el suyo
final, la suerte del bohemio poeta.

GITANO

Ribera del Guadalquivir,
Marismas de ensueño.

Un gitano a caballo
va pisando el albero
de la aldea de la virgen
pastora. Patrona cuya
sonrisa es complaciente
con nuestras muchas faltas
y su gracia inspiradora
de saetas y sevillanas.

Ferias de mi Andalucía,
gitanas bailando con gracia.

Un gitano a caballo,
raza brava sobre noble
raza, tradición que lucha
por sobrevivir; calma
mansa de tempestades,
pasiones frente al torrente
vacío de vida y lleno
de seres grises indolentes.

Libertad no es una palabra
sino un ardiente sentimiento.

Un gitano a caballo
cruza el río de asfalto,
los cascos de su montura
resuenan tan inseguros.
El caballo relinchando
maldice su triste suerte,
con caricias y palabras
lo va calmando el jinete.

Morir no es desventura,
sí el vivir como un despojo.

Un gitano a caballo
en una ciudad tan fría,
es imagen anacrónica,
es imagen que no existe.
El gitano que a caballo
cruza por las chabolas
es un pobre desgraciado
descarriado por la droga.

Esperanza se pide al cielo
con guitarras y gargantas.

Un gitano a caballo
gira, se alza y caracolea,
su melena larga al viento
enamora a la gitanilla;
libertad es su alegre canto,
el rechazo su honda pena,
su descaro rebeldía, ay,
gitano de esa morena.

viernes, 28 de septiembre de 2007

Yo soy también mi lado quemado.

Chispa que inicias una reacción en cadena,
vida incipiente con un destino: morir,
con un vaivén de movimientos de cadera
se prende un fósforo de cabeza carmesí.
Es todo ignición, como avanza poderoso
el crecimiento del nonato y aun nacido
sigue andando el fuego avante presuroso
no cabe parar un poder tan expansivo.
Juventud brillante, anhelante de sueños,
tu fuego es el más colorido y elevado
porque encierra infinitos proyectos,
los que sí y los que no serán realizados.
Ay de cuando ha ardido más de la mitad
de la cerilla. Ved como el elemento etéreo
se elonga y se achata, abarca el suelo
y pierde el arte de ganar altura y volar.
La madera ya quemada se retuerce ennegrecida,
pasado humeante que se nos va y sólo queda
complacernos en el olor de nuestras ruinas,
lo que pudo ser y no fue y lo que fue de veras.
Ya la llama casi extinguida, medio dedo
de madera de cedro aún por consumir
quizás deje de arder por desconsuelo
o quizás se aferre al mismo fuego, a sí.

Os digo que he visto arder muchos fósforos
y algunos no llegan hasta el final.

Sicilia

En la luz esponjosa de tus atmósferas
perdura siglo tras siglo tu hermosura
en la campiña verdeada por la primavera
y en la aridez estival, entre los olivos
centenarios y los naranjos refrescantes.
Flor azotada por los vientos del desierto
aires africanos que mueven a su paso
tus tres pétalos, Trinacria, tus tres piernas
de mujer, tus tres esquinas, tus tres savias:
vino, aceite y mar. Tesoro del Mediterráneo,
son tus pescadores austeros y rudos,
tus pobladores morenos y altivos, seres
orgullosos supervivientes de mil conquistas.
En los templos erigidos por los griegos,
en las despensas de todos los imperios antiguos,
en las leyendas forjadas por Odiseo navegante
y los dioses que tu piel, sustrato de vida,
pisaron y gozaron para hacerla fértil;
en todo ello te he conocido. Porque he respirado
tus aires, he paseado por tus montes y playas
y he mirado dentro de tu corazón abrasador
a través de los cráteres del Etna ¡Sicilia!

A ti que me matas

Si no te encuentro sufro tu ausencia
mi carácter se torna torvo y desabrido,
pierdo mi dignidad, por ti suplico y pido,
cual un mendigo loco, tu dañina presencia.
Mis labios te sueñan, mi alma reverencia,
de tu boca el tacto, en mi corazón latido,
de tu esencia el sabor divino del fluido
que a mi espíritu cautivó con rara ciencia.
Arde mi impaciencia cuando abro tu vestido,
te enciendo con mis dedos y te doy muerte
con mis labios; tu cuerpo a brasas reducido,
paréceme que se consume y el consumido
soy yo que pierdo el aire de tanto tenerte.
Mal vicio el humo tuyo, cigarro querido.