Los hermanos enfrentados
por el vil metal infesto,
jóvenes alcoholizados
con objetivo manifiesto,
las rencillas aldeanas
por alguna res que murió,
las sospechas insanas
de uno que se enceló;
el mozo varonil y recio
por demostrar su bravura,
un despojo ralo y necio
con afición sucia e impura.
El plomo gris de las balas
destroza cuerpos frágiles
y el machete corta alas,
brazos y piernas ágiles.
La violencia tiene mil
causas y ninguna norma,
carece de lo más sutil
y siempre halla su horma.
Virtud, dignidad, amor
son peor que la envidia
si un hombre por su honor
las convirtiera en insidia.
Y hablo así del hombre
que a la mujer no le tira
dar porrazos en su nombre:
pecado viril es la ira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario